Rocío Cuenca, DUE
Las vacunas son preparados de antígenos que nos proporcionan protección frente a un gran número de enfermedades producidas por virus, para las que no existe un tratamiento eficaz. Una vez dentro del organismo, provocan el desarrollo de anticuerpos frente a microorganismos patógenos, permitiendo una respuesta inmunitaria estable, que nos confiere protección frente a las enfermedades de las que nos hemos vacunado. De esta manera, las vacunas se convierten en la mejor forma de prevención ante un gran número de enfermedades infecciosas.
Por este motivo, se recomienda vacunar a todos los niños y niñas desde su nacimiento hasta los 14 años, siguiendo las indicaciones del calendario vacunal.
De otro lado, el colectivo de las personas mayores, presentan generalmente un sistema inmunitario debilitado o en otros casos, enfermedades crónicas hace que sean más susceptibles de padecer otras enfermedades, o las presenten con mayor gravedad. Por esto, existen una serie de vacunas recomendadas para este grupo de población, y se describen a continuación:
- Vacuna de la gripe: Cada año, entre octubre y noviembre, se lleva a cabo la campaña de vacunación. Se recomienda su administración a mayores de 65 años, enfermos crónicos (cardíacos, pulmonares, diabéticos, hepáticos, oncológicos, trasplantados, etc.) y también, muy especialmente, a las personas mayores que residen en instituciones cerradas y a sus cuidadores. Es necesaria dosis de recuerdo anual.
- Vacuna del tétanos: Recomendable para las personas mayores, especialmente dependientes, que pueden presentar caídas frecuentes y pequeñas heridas o erosiones de la piel que pueden ser la puerta de entrada del bacilo tetánico. Si no está vacunado, se recomienda iniciar el proceso con 3 dosis y luego una de recuerdo cada 10 años.
- Vacuna del neumococo: Nos protege contra las enfermedades provocadas por la bacteria neumocócica, responsable de las neumonías y otras enfermedades, con una importante mortalidad. Se recomienda a toda la población de más de 65 años, especialmente los que viven en instituciones cerradas y sus cuidadores y convivientes, y también los portadores de patologías crónicas.
- Vacuna de las hepatitis A y B: Recomendable para personal sanitario, viajeros a zonas endémicas, trabajadores sociales, cuidadores y convivientes que puedan tener contacto con portadores crónicos del virus.
En cualquier caso, siempre se recomienda pedir consejo a su personal sanitario de referencia sobre la vacuna más conveniente en su situación personal.
A continuación, se describe una tabla resumen, ante las diversas situaciones en las que se puede encontrar cada persona mayor o dependiente, y la vacunación más recomendable en su caso, de manera general.
Situación de la persona mayor | Gripe | Tétanos | Neumococo | Hepatitis A y B | Otras |
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Es autónoma y no convive ni es cuidador de enfermo crónico | sí | sí | |||
Es dependiente cuidada en domicilio | sí | sí | sí | ||
Dependiente en institución cerrada | sí | sí | sí | valorar necesidad | |
Es cuidadora de dependiente o colaboradora en instituciones cerradas, o trabajador social sanitario | sí | sí | sí | sí | |
Si viaja: | sí | sí | sí | sí (según país) | tifus, fiebre amarilla, triple vírica, cólera, meningitis… siempre según país de destino, siguiendo los consejos de los centros de vacunación internacional |