La formación multiplica las aptitudes

Estudiar siempre ha sido una palabra que suena a obligatoriedad. Pero ¿Qué ocurre cuando es una palabra que responde a tus aptitudes, qué da rienda suelta a tus actitudes y que potencia tus habilidades ?


La formación es aprehender, sí con h, asimilar lo que no sabemos, ampliar nuestros conocimientos y mejorar con técnicas lo que sabemos y podemos hacer. Se trata de potenciar lo que llevamos dentro, de hacernos más eficientes y eficaces y a la misma vez más seguros de nosotros mismos. Además la formación supone un trampolín importantísimo para que las personas con discapacidad, con una tasa de desempleo muy superior al resto de la población, alcancen un puesto de trabajo.

Según el último informe ARGOS, de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, en el mes de febrero del total de personas con discapacidad inscritas en las oficinas de empleo 35.887 se encuentran en situación de desempleo.

Todas las características antes mencionadas tiene un aprendizaje, es una estrategia de desarrollo profesional y personal. Y sí, además nos abre un horizonte laboral, nos aumenta las posibilidades de futuro, nos abre un abanico de posibilidades que desconocíamos a priori. La formación siempre SUMA, permitiendo que accedamos a un mercado laboral regulado, con todas sus garantías. Y así mismo nos permite mejorar, promocionar, hacernos necesarios para nuestra empresa, CRECER.


Una formación teórico/ práctica forma a la persona, no sólo la «llena de conocimientos» sino que logra que estos se hagan parte de uno mismo y se multiplique su potencial personal. Los resultados a nivel personal van a la misma par. Al formarse y aprender se beneficia nuestro bienestar personal: autoestima, el conocimiento nos da seguridad y genera oportunidades.


La vida es un aprendizaje de ensayo y error, la formación nos ayuda a asimilar ese cambio de manera dirigida por nosotros y orientada por nuestras aptitudes. La actitud también cuenta.
Un futuro laboral, un desarrollo personal, una posibilidad de acceso al mercado laboral, una continuidad, una posibilidad de mejora. Una aspiración a un bienestar personal todo ello implica un buen programa de formación.


No lo dudes, la formación multiplica los beneficios personales. El aprendizaje de forma activa implica una activación completa de nuestro organismo: nuestra mente y nuestro cuerpo son uno y se retroalimentan. Las empresas lo saben y buscan personal formado. Tu futuro está en tus manos: ¡fórmate!